domingo, 20 de abril de 2014

Hola Marcelle - 267


Hace mucho ya que no escribo en este sitio, y no es por que no quiera hacerlo, si no por que estaba en uno de esos trances de mi vida en que el rumbo cambia sin precedentes, y estoy suficientemente perturbado para que se me dificulte hasta el simple acto de pensar.

Mi vida ha sido bastante estática y un cambio importante hace que me sienta extraño. El futuro incierto no era parte de mi acontecer diario y ese cambio de realidad me pone ansioso.
He procurado dar amor sin pedir nada a cambio, y como resultado tengo amigos y amigas que me quieren y me respetan.

El cambio surge de una casualidad. De una persona que apenas conocía, pero con la que congeniamos bien, y además me da su amor y una calidez que me conmueve. Me cuesta bastante estar sin ella cerca.
No quiero mirar el futuro por que ahora me importa fundamentalmente el presente que estoy viviendo. Más que nada por que lo estoy viviendo junto a ella.

Siento que  estoy construyendo algo, y no sé que es, pero lo construimos juntos con amor, el uno por el otro.

Estos días mis sentimientos han estado ardiendo en una hoguera difícil de controlar. Me he sentido como un muchacho adolescente, de una manera completamente irracional. Resumiendo cuentas, soy feliz, o mejor dicho, somos felices.

No se si esta felicidad durará diez días, diez meses o diez vidas, pero siento que no puedo de ninguna manera perderme ésto que no sé si alguna vez he sentido antes. Supongo que nunca lo sentí, por que hoy no soy el mismo de ayer y por lo tanto lo que siento es diferente a todo lo que experimenté en mi pasado.
Pero sería injusto decir que solo es diferente lo que siento, por que yo haya cambiado, por que estaría faltando la ilusión que me da esta nueva vida, tan cercana a una persona que adoro de una manera injustificalbe y hasta hermosamente indecente.

El amor enloquece a la razón, agudiza los sentidos, y hace de personas adultas un par de adolescentes matándose a caricias y besos por todos los lugares en que se encuentren.
Había escuchado la opinón de que el amor adulto es diferente y no discutí la opinión. Hoy puedo decir que el amor es amor en todas las edades y solo depende de los amantes la intensidad y la orientación que tome.

¿Cuándo es conveniente recibir a un amor que llega a nuestra vida? Mi respuesta es: Cuando llega. No existe una fecha para estos sucesos, y a mi edad son tan extraños esto hitos, que no voy a esperar por ningún motivo a que se alinien los planetas o que la familia esté feliz con mis decisiones.

De modo que sin pretender lastimar a nadie, seguiré el camino de nuestra felicidad lo mejor que pueda, pero si alguna persona fuera de nosotros dos decide que no era lo que ella esperaba, solo me queda por decirle que mi vida no puede esperar por todo aquel que desee que de alguna manera le espere. Mi vida es hoy y no voy a rechazar la buena oportunidad que tengo de disfrutarla con una bella compañía.

Marcelle

Este otoño ha sido gris.
Las hojas ya caen con la lluvia
El oscuro y melancólico horizonte,
Muestra nubes que amenazan con traer frio.

Mi vida también está en otoño,
Pero vienes tú en tu primavera personal,
llegas a mi alma agrisada y triste,
y le das el tierno brillo de la tuya.

El sol de tu contagiosa sonrisa,
Ilumina por entero mi sendero.
Solo mi camino tiene tu luz,
Solo de tu mano vale la pena recorrerlo.

Tal vez no todo es felicidad.
No estamos juntos siempre.
Cuando tus besos son recuerdo de mi boca,
Cunado tu cuerpo es recuerdo de mis brazos,
La piel se desespera por el reencuentro,
La boca suspira por el otro aliento,
Pero saber que nos veremos pronto,
Llena de vida la espera y de paz el silencio.

Ambos sabemos vivir solos.
Nada nos obliga a tomar algún rumbo.
Mas elejimos vernos, amarnos,
Y ser almas vagando juntas en nuestro sueño.


Nos leemos :)