domingo, 2 de febrero de 2014

Amores y Amigos - 273


Todos tenemos amigos. O casi todos.
Amigos los hay de muchos tipos, y de alcance diverso. Tanto es así que que a veces llamamos amigos a personas que conocemos, con los que tenemos afinidades...
Estas afinidades podrían ser de gran importancia, como por ejemplo compartir una escala de valores, o tan mínimas como compartir el gusto por alguna actividad.
Deben darse otros factores más asociados a la sicología para el "compartir" sea posible, como por ejemplo saber escuchar y tener verdadero interés por la comunicación, además de cierta reciprocidad, o mejor aún, cierta compatibilidad del carácter de estas personas.

La amistad no tiene sexo, es decir, que siendo una persona con mis preferencias sexuales bien definidas, mi amigo puede integrar todo el abanico de sexo fisiológico y preferencias sexuales que existen.
Si hablamos de una amistad basada en la afinidad sexual, deberán entonces ser compatibles en éste aspecto de sus personalidades.
¿Es amor este tipo de amistad sexual, que a veces se llama amor de amantes?
La respuesta para mi es ambigua: Puede que si, puede que no.
Como los que se juntan para jugar un partido de tenis, pueden juntarse parejas para compartir sexo. Dependerá de lo profunda que sea la relación, del alcance que tenga la misma fuera del interés sexual, para saber si tenemos una relación amorosa o no.
Es un terreno complicado y a veces espinoso.
¿Pero el amor es sólo para parejas de amantes?
¿No ama gran parte de la gente a su madre, otro familiar o algún amigo?
El amor es un lazo entre personas, una afinidad más que no puede explicarse con la razón.
Como dicen los literatos: El amor es tema del corazón de las personas, es un sentimiento.

Entre los "buenos amigos" existe amor.
Yo se que esta frase puede ofender a algunos de mis amigos hombres, que han sido criados en el clásico ambiente machista, pero si se espera de un buen amigo todo lo que habitualmente esperamos, como lealtad, comprensión, empatía, entrega, y quién sabe cuántas cosas más, me parece que no es posible todo ese cúmulo de relaciones si hablar de amor.
Para diferenciar un poco, algunos han acuñado términos como "amigo del alma", que no deja de ser una licencia poética para hablar de amor en la relación de amistad.

Pueden tenerse entonces varios amigos y profesar amor por ellos. El amor no excluye a otros amores.

Algo que a veces limita el alcance de la amistad es la finitud de nuestro tiempo. Hay algunas amistades que exigen mucha dedicación, y está en uno mismo decidir si esta clase de amistad es la que uno desea. A estas personas que abusan del tiempo de los demás suele llamárselas personas absorbentes, por absorber el tiempo del amigo para si mismos.
Personalmente esta actitud no es de mi agrado, pero entiendo que algunas personas lo necesiten.
Cuando por algún motivo el integrante de la relación que no gusta de ser absorbido queda prisionero en una relación de éstas, frecuentemente deviene un rechazo a la persona de la que no pueden liberarse. También es frecuente que los amigos absorbentes no se den cuenta (o no quieran) de su condición de tales.

También tenemos el amor de pareja de esposos clásico, en que hay dos integrantes de la misma y nada más. Es un amor en que parte de la lealtad consiste en no amar del mismo modo a otra persona. Es un juramento, y como tal, depende de las personas y de la sociedad donde viven.
Como contra partida, existen en la versión machista las parejas polígamas, en que un solo hombre tiene una familia de más de una mujer que cumplen el rol de esposas. Se trata de una receta bastante antigua, y hoy día también existen en menor cantidad las familias en que más de un hombre cumple el rol de esposo de una sola mujer. No sé como se nombra este tipo de familia, y no sé si existen familias más grupales.

Casi siempre lo mejor que podemos dar cada uno de nosotros es producto de "poner amor" en la tarea.
Estoy seguro que muchos lectores encontrarán la diferencia entre el producto de cumplir con un compromiso y el de cumplir con amor. Cuando se pone amor, se está dando todo lo que puede darse, y quizá más de lo que uno supone.
Podría decirse que estamos hablando de dar amor a los objetos, pero podemos tener en cuenta que por ejemplo una obra de arte no es más que un objeto fabricado con esmero, y si la obra es buena, probablemente haya sido hecha con amor por su constructor. Puede tratarse de un objeto real como un cuadro o una escultura, o virtual como por ejemplo una partitura musical, que "vive" en la cabeza del músico independientemente de estar escrita o no sobre el pentagrama.

Así que es más frecuente dar amor que recibirlo. Uno puede dar amor inclusive a objetos inanimados, para quizá ser captado por otras almas desconocidas que aprecien el valor agregado del objeto.
También puede darse amor sin que el destinatario, siendo una persona, lo quiera recibir.
El amor no correspondido es todo un tema aparte.

En la lejanía-

En las sombras de la noche,
Escucho tu voz que me llama,
Reclama de mí la dulzura,
Busca que la fría niebla,
No ensombrezca mi alma.

Quizá al no dormir,
Mis sentidos se extravíen,
Oigan lo que no suena,
Y vean lo que no existe,
El sentimiento de tu alma.

¿Si no te toco no existes?
¿Si no te oigo no estás?
Sé que velas en la noche,
Que tus deseos son los míos,
Y que tu alma conmigo está.

No temas la noche fría,
Sin amor es sin sentido,
Con amor te escucho cantar,
La frialdad nunca me nubla,
Tus ojos serenos me dan paz.

Nos Leemos :)

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