¿Qué somos tú y yo?
Ésa es la pregunta difícil de responder.
Ha pasado mucho tiempo desde que empezamos siendo amigos. Pero no somos amigos de cualquier manera. Nos hemos tomado algunas libertades que no todos los amigos toman. Yo diría que somos más que amigos.
En contra nos juega el que tú estés tan lejos, atada a tu presente mientras yo estoy aquí atado al mío.
He querido en más de una ocasión dar un paso adelante y conocerte mejor, pero tú estás firme en tu decisión de mantener distancia. Entiendo por qué, ya que soy responsable del motivo.
Que comparta tu decisión es diferente.
Has sido mi musa inspiradora más de una vez, y he ganado mucho al encontrarte y tenerte como amiga de esta manera virtual, a la vez tan personal y tan lejana.
Se que podemos vivir los dos, el uno sin el otro, pero me alegra tener tus mensajes desde lejos, el cariño que me das y el que yo te doy. Soy tu amigo sin condiciones.
Sin dudas todo hubiese sido diferente si pudiese susurrar en tus oídos alguna de las cosas que siento por ti. Guardaré esas palabras por ahora.
Solo te daré algunas palabras para que lleve el viento.
Quisiera medir en besos,
las dimensiones de tu cuerpo.
Quisiera contarte un cuento,
acurrucándote en mis brazos.
Quisiera llevarte de paseo,
a ver florecer el campo.
Pero sé que no estás,
Así que te doy mi amor,
Como pueda, de a pedazos,
Lo arranco de mis brazos,
Lo escurro entre mis manos,
Lo mando por el aire, lejos.
Sé que devota lo recibes,
Sé que tu mística se enciende,
Abres tus sentidos y me atrapas,
Enredado yo me afano por llegar,
Llegar a besar tu corazón,
Llegar a sentirme junto a ti.
Guerrera del amor, yo soy luz
Que quita un poco de tu sombra
Nada menos y nada más.
Yo no uso escudo ni espadas,
De nadie me defiendo, señora
Solo mi homenaje quiero dejar.
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