miércoles, 19 de junio de 2019

Patria

 

Hay verdades que son de siempre y quizá nunca cambien.
Pero no todas las verdades son estáticas. No son leyes físicas que nos dicen cómo se relacionan las medidas de las cosas del universo conocido.
En las sociedades, las verdades son diferentes.
Una persona puede atestiguar lo que vio, que puede representar solo lo que esa persona imaginó que ocurría. Pero todos hemos visto a un mago trabajando, y sabemos que su trabajo es que nosotros pensemos que ocurre "A", mientras ocurre "B".
Casi ninguna verdad social soporta por completo el paso del tiempo.
Veamos el concepto de patria.
Según aparenta la palabra, su significado deriva de "Padre Tierra", una concepción patriarcal, y asociada a un lugar, el terruño, la sociedad conocida.
Quiere decir que esencialmente la patria es el lugar donde vivimos, junto a sus seres sociales, aunque no lo expresa en concreto.
Seguramente los etimologistas y puristas se estarán revolcando en sus tumbas y sus sillones, pero al análisis temprano, la patria es eso: el cálido nido que nos ve nacer, nos mantiene y nos educa, y tal vez hasta nos ve morir. Por el camino dejamos o no legados a la sociedad  que puebla esa patria, dejamos o no hijos en ella, o dejamos amigos. Quizá solo dejamos recuerdos o un número en algún registro.
En la edad temprana nos educan en el significado de la palabra patria, dando al mismo atribuciones de ente sagrado. Puede hasta ser más sagrada que la familia en ocasiones, por perseguir ideales elevados que todos los seres de la patria desean alcanzar.
Y aquí ya empiezan las discrepancias.
"Todos" es una palabra muy fuerte. Lo normal es que debamos hablar de "la mayoría".
Todos estos conceptos nacen y se desarrollan en las épocas en que los militares marcan fronteras, y nos dividen por la fuerza. Pero parece que del otro lado de la frontera, las cosas no son muy distintas que en éste lado. Ahora que las comunicaciones no se pueden cortar con muros, alambradas o líneas de frontera, vemos que en todas partes hay  personas parecidas.
Nos quieren hacer distintos, ¡Esta es tu gloriosa bandera!, pero resulta que cuando la "gloria" fue cosechada, no ocurrió porque las personas normales lo decidieran, si no porque algún líder usó su poder para forzar a un pueblo a luchar contra otro, a cambio de algún beneficio, que siempre fue para el líder. A veces sobra algo para los "ganadores", pero no siempre.
¿Y no será mejor unirse a los que están del otro lado que dividirnos?
¿Qué intereses nos mantienen divididos?
Parece que la Patria es uno de esos intereses que nos dividen.
Pero recapitulando, volviendo atrás en algunas palabras vertidas, "la mayoría que sigue al líder" es la que define los límites de la patria.
Deberíamos estar discutiendo sobre cómo unirnos y cómo lo vamos a hacer, en lugar de buscar diferencias.
Hoy el mundo es casi uno. Hay personas que poseen riqueza de una forma tan desmesurada que nunca antes se había visto. Para ellos la patria es su bolsillo. Una patria bien pequeña, que puede que incluya a su familia, quizá no toda, o quizá ninguna.
Estos personajes que poseen gran parte del mundo generan guerras para incrementar sus posesiones. Y los soldados pelean, y dan la vida por sus patrias.
Los soldados suelen no saben que dan la vida por la riqueza de alguien que ni siquiera conocen.
Luego, si vuelven a sus patrias los soldados, volverán indefectiblemente con heridas imborrables en sus cuerpos o en sus mentes.
La guerra no tiene moral. Solo se mata al que es oponente. Son esas personas que no son muy distintas de nosotros, pero que fueron arengados a luchar o morir, quizá por el disparo que se hace al desertor en plena batalla. Para bien de unos pocos ricos.
A veces ocurre que una sociedad se ve atacada desde fuera y se tiene que defender.
¿Qué está defendiendo? Defiende alguna de sus propiedades sociales, ya sea territorio, riqueza minera, agua, lo que sea.
En caso de defensa, es lógico que se luche. Es en la única ocasión en que es válida la lucha de un ejército.
Pero en la paz, hay que pensar bien qué es la patria.
¿Es tan grande como tu bolsillo?
¿Es tan pequeña como el planeta tierra?
Vivimos en un planeta (que no es plano) muy lejos de otros seres como nosotros, muy lejos de otros planetas que sirvan para que vivamos.
Solo tenemos este planeta.
No le hagamos el caldo gordo a los ricos. El planeta es de todos y de nadie. Los ricos poseen cosas, pero no poseen ninguna solución para los problemas sociales. Ellos no deben decidir cómo vivimos.
La patria es un recuerdo imborrable, pero ahora más que nunca el planeta es la patria.
Ciudadanos, si, del mundo.



Soldado, tú que disparas,
las balas de tu honor
ten cuidado a dónde van
ellas que causan muerte y dolor.

Soldado, tú que disparas,
desde el oscuro escondrijo
cuida que la patria herida
no sean hermanos o hijos.

Soldado, tú que disparas,
tú que te arrastras,
tú que te escondes,
no olvides qué es la vida.

No olvides que tú piensas,
No olvides lo que tú debes,
No olvides hermanos y padres,
No olvides tu humanidad.




Nota: ésta imagen fue tomada de la publicación:

lunes, 31 de agosto de 2015

Te encontré - 265

Se que no estás conmigo por lo que escribo, Marcelle.
Escribir en este caso solo es tratar de contar a los demás mis verdades.
No soy escritor y sin embargo escribo.
A veces necesito salir de mi mundo de siempre para entrar a éste, como el pintor pinta sus colores, como el escultor esculpe flores. Y sé que soy un profano en este  mundo.
Al menos ahora sé que tengo una lectora garantizada.
Si mi madre viviese tendría dos, jeje.


Usted y yo

Solo tu fe te trajo hasta mi
Solo mi suerte me llevó a ti
Pequeñas diferencias
Para un gran coincidir.

Una sola palabra: Amor
Dos vidas que se enlazan
Dos almas que buscan ser una
Dos corazones latiendo en par.

Los dos teníamos esperanza
Los dos nos buscábamos
Sabiendo que alguna vez
Nos íbamos a encontrar.

Cuando era un niño me enseñaron:
Buscando la hallarás, buscando la hallarás
Tendrás que andar buscando
Pero al fin la encontrarás...

Nunca de niño supe qué buscaba
Y no supe encontrar cuando crecí
Me faltó que tú me conversaras
Para conocer la verdad para mi.

Pero no es esto un final
Mas bien principio deseado
Permanecer a tu lado
Tener una vida hermosa.

Dime para ti que es hermoso, pequeña mía
Para mi seguro que es diferente:
Escucharlo de tus labios hermosos
Día tras día.

martes, 20 de mayo de 2014

Amor Necesario - 266


No entender a la gente es lo normal, pero a veces uno espera entender un poco más de lo que entiende. Por que al final, todos somos de la misma especie y nos hacemos a la idea de que somos todos bastante similares.

Tenemos diferencias pequeñas como el color en la piel, o pequeños rasgos distintivos que nos hace únicos en el exterior. Nuestros órganos internos son siempre los mismos, pero también tienen estas sutiles y a veces no tan sutiles diferencias que nos hacen distintos entre nosotros.
En resumidas cuentas somos seres conceptualmente iguales, con muchas diferencias que nos individualizan.

Vivimos historias que en parte van forjando nuestra visión del mundo, la forma en que interactuamos con él, y como cada uno tiene su historia, seremos entonces diferentes en estos rasgos sociales y culturales que junto a muchos otros rasgos nos identifican como personas.

Comenzamos nuestras vidas en el vientre de nuestras madres, al abrigo de las inclemencias externas y bajo el cuidado materno por nueve meses desde antes de nacer al mundo. Aún después de haber nacido, pasamos largos años en contacto muy íntimo con adultos, de preferencia con nuestra madre, hasta que nos hacemos medianamente independientes.
Es en estos últimos períodos donde vamos aprendiendo a distinguir entre las personas con las que mantenemos relaciones basadas en el amor y el resto de las personas, con las que tenemos relaciones más frías e impersonales. Vamos engrosando los círculos de relaciones personales con muchos tipos de personas, pero pocas son relaciones basadas en la ternura y el amor. La  mayoría son relaciones basadas en el protocolo social existente, que puede llegar a ser muy frío comparativamente a las primeras relaciones personales de la familia cercana o también con los primeros amigos de la infancia.

Esta independencia que va adquiriendo el individuo con el transcurso del tiempo, le dará las herramientas sociales, las pautas de conducta a seguir, para sobrevivir a los cambios inexorables a los que en su entorno será sometido.
Pero sobrevivir no lo es todo. El individuo necesita ser feliz, y para ello la mayor parte de las personas necesitan relaciones amorosas. La vida sin ternura suele ser muy dura.
Las personas necesitan sentirse amadas, quizá hasta protegidas físicamente o quizá solo socialmente.
Necesitan compartir sus más íntimos pensamientos, necesitan resolver temas personales en los que quisieran tener la opinión de una persona con intereses positivos y no con intereses desconocidos. Tenemos al menos un par de opciones para los sujetos que buscan consejo: el consejo pago (un sicólogo o un religioso) y el consejo libre de una amistad o de una persona más cercana emocionalmente.

Todos los comportamientos tienen sus excepciones, pero siempre hay una regla general para la mayoría de los individuos, y para el ser humano, esta regla es que necesitan al menos una persona con la que puedan compartir todo su mundo interior. El no compartirlo con nadie es en definitiva una auto-represión, algo muy diferente a la libertad, que conduce a la tensión, la depresión, y toda la cadena de consecuencias síquicas y físicas que se generan.

Al parecer todos son ingredientes para que nos diferenciemos y así no logremos entendernos, básicamente por que no sabemos cuál motivo mueve a la persona oculta dentro del individuo. Sin conocer la motivación a veces cuesta bastante comprender lo que pretende la gente.

Para colmo de males, el lenguaje, ese protocolo que nos conecta como individuos, suele ser suficientemente ambiguo para que no nos entendamos del todo bien.

Así que no entendiéndonos como personas, suele ser bastante difícil establecer relaciones amorosas con otra persona.
¡Hay que celebrar cuando lo logramos!




Tu Eres Necesaria

Aún tengo tus besos en mi boca,
Aún siento tu piel en mis labios.
Tu voz es un eco en mis oídos,
Tu sonrisa está aquí, solo por que sí.

Te veo aunque ahora no estés,
Te siento justo aquí a mi lado y
No veo pasar las horas para encontrarnos,
No contengo esta impaciencia por tocarnos.

Es por que amarte me hace bien,
Es por que verte feliz me alegra el alma,
El hoy supera todo lo que he esperado,
El mañana ya no me importa demasiado.

Quererte es muy importante,
Que tu me quieras es casi demasiado,
En tus brazos siento que revivo,
En tu amor sin frenos quedo embelesado.



Nos leemos :)

domingo, 20 de abril de 2014

Hola Marcelle - 267


Hace mucho ya que no escribo en este sitio, y no es por que no quiera hacerlo, si no por que estaba en uno de esos trances de mi vida en que el rumbo cambia sin precedentes, y estoy suficientemente perturbado para que se me dificulte hasta el simple acto de pensar.

Mi vida ha sido bastante estática y un cambio importante hace que me sienta extraño. El futuro incierto no era parte de mi acontecer diario y ese cambio de realidad me pone ansioso.
He procurado dar amor sin pedir nada a cambio, y como resultado tengo amigos y amigas que me quieren y me respetan.

El cambio surge de una casualidad. De una persona que apenas conocía, pero con la que congeniamos bien, y además me da su amor y una calidez que me conmueve. Me cuesta bastante estar sin ella cerca.
No quiero mirar el futuro por que ahora me importa fundamentalmente el presente que estoy viviendo. Más que nada por que lo estoy viviendo junto a ella.

Siento que  estoy construyendo algo, y no sé que es, pero lo construimos juntos con amor, el uno por el otro.

Estos días mis sentimientos han estado ardiendo en una hoguera difícil de controlar. Me he sentido como un muchacho adolescente, de una manera completamente irracional. Resumiendo cuentas, soy feliz, o mejor dicho, somos felices.

No se si esta felicidad durará diez días, diez meses o diez vidas, pero siento que no puedo de ninguna manera perderme ésto que no sé si alguna vez he sentido antes. Supongo que nunca lo sentí, por que hoy no soy el mismo de ayer y por lo tanto lo que siento es diferente a todo lo que experimenté en mi pasado.
Pero sería injusto decir que solo es diferente lo que siento, por que yo haya cambiado, por que estaría faltando la ilusión que me da esta nueva vida, tan cercana a una persona que adoro de una manera injustificalbe y hasta hermosamente indecente.

El amor enloquece a la razón, agudiza los sentidos, y hace de personas adultas un par de adolescentes matándose a caricias y besos por todos los lugares en que se encuentren.
Había escuchado la opinón de que el amor adulto es diferente y no discutí la opinión. Hoy puedo decir que el amor es amor en todas las edades y solo depende de los amantes la intensidad y la orientación que tome.

¿Cuándo es conveniente recibir a un amor que llega a nuestra vida? Mi respuesta es: Cuando llega. No existe una fecha para estos sucesos, y a mi edad son tan extraños esto hitos, que no voy a esperar por ningún motivo a que se alinien los planetas o que la familia esté feliz con mis decisiones.

De modo que sin pretender lastimar a nadie, seguiré el camino de nuestra felicidad lo mejor que pueda, pero si alguna persona fuera de nosotros dos decide que no era lo que ella esperaba, solo me queda por decirle que mi vida no puede esperar por todo aquel que desee que de alguna manera le espere. Mi vida es hoy y no voy a rechazar la buena oportunidad que tengo de disfrutarla con una bella compañía.

Marcelle

Este otoño ha sido gris.
Las hojas ya caen con la lluvia
El oscuro y melancólico horizonte,
Muestra nubes que amenazan con traer frio.

Mi vida también está en otoño,
Pero vienes tú en tu primavera personal,
llegas a mi alma agrisada y triste,
y le das el tierno brillo de la tuya.

El sol de tu contagiosa sonrisa,
Ilumina por entero mi sendero.
Solo mi camino tiene tu luz,
Solo de tu mano vale la pena recorrerlo.

Tal vez no todo es felicidad.
No estamos juntos siempre.
Cuando tus besos son recuerdo de mi boca,
Cunado tu cuerpo es recuerdo de mis brazos,
La piel se desespera por el reencuentro,
La boca suspira por el otro aliento,
Pero saber que nos veremos pronto,
Llena de vida la espera y de paz el silencio.

Ambos sabemos vivir solos.
Nada nos obliga a tomar algún rumbo.
Mas elejimos vernos, amarnos,
Y ser almas vagando juntas en nuestro sueño.


Nos leemos :)

jueves, 20 de marzo de 2014

Sentimientos Ocultos - 268

Las personas adultas construyen verdaderas fortalezas a su alrededor.
A veces son muros de roca sólida que no dejan pasar ni un hilo de luz.
Otras son armaduras, más livianas quizá, pero que dejan ver poco y nada de lo que se esconde en su interior. Para que no se note esta vestidura, pintan una cara del lado de afuera, como una máscara, que saben mantener con un conjunto bien controlado de expresiones.
De esta manera uno va conociendo personas, pero solo lo que ellas nos quieren mostrar como su propio ideal de ellos mismos.
Se torna a veces, bastante complejo conocer a la persona bajo la máscara.
Si fuese tan sencillo como quitar agresivamente este escudo, seguro que habría una justificación para la violencia, pero solo nosotros quedamos violentados al saber que se nos observa desde detrás de una máscara, y difícilmente podamos acceder a la cara real, a la persona detrás de sus prejuicios.
Casi siempre ocurre que éste antinatural escudo es la defensa contra un problema del pasado, que existió quizá solo en sus mentes, pero que ya no existe. Entonces la persona lleva la máscara más por una costumbre que por una necesidad.
¿Qué gana el dueño de la máscara? Se supone que gana tranquilidad. Yo en cambio siento que al no poder acceder al interior, nunca podré conocer a la persona, y nunca podré ser un compañero o amigo cabal. El de adentro estará tranquilo pero en una trampa de soledad.
Este enmascarar los sentimientos hace que el mundo se enfríe aún por debajo de lo esperado.
¿Quién desea un mundo frío y sin sentimientos?
No todos los sentimientos de las personas son lo que calificamos de buenos sentimientos. Habría que distinguir entre "bueno" y "malo" y es tan difícil a veces que prefiero hablar de una escala de sentimientos, en que para un lado aumenta su "bondad" y se achica para el lado opuesto.
Difícilmente existan personas que no hayan expresado malos sentimientos alguna vez. Lo importante es no conservar vivos estos sentimientos, por que terminan destruyendo por dentro a las personas, minando su salud.
Así que el problema principal consiste en no contar a los demás lo que uno siente o le ocurre en su interior, para no ser víctima de reproche o hasta de burla de otros.
Parece un comportamiento netamente infantil.
¿Por qué entonces los mayores nos comportamos de ese modo?
En particular me surge la sensación de que la gente no cambia, y desde su más tierna infancia sigue detrás de la máscara de adulto, siendo la misma persona de antaño.
Imagino que crecer en estos casos solo puede lograrse de la manera en que lo hacen las orugas, que surgen un día desde atrás de su antigua piel, en un estado nuevo, diferente, con alas para volar y encontrar su destino.
Parece que pocos están dispuestos a crecer, o quizá soy muy impaciente con la gente.
Siendo yo una persona mayormente tímida, no debiera expresar toda esta queja personal acerca de lo difícil que resulta conocer gente si no estoy haciendo una apología de mi propio comportamiento.
Yo suelo ocultarme detrás de una máscara de silencio. Soy la persona que escucha atentamente antes de emitir su opinión, aunque a veces la opinión esté formada con antelación en base a mi intuición.
Reconozco mi error y trato de superarme. Que lo logre con frecuencia, es algo diferente. Aún conservo parte de mi crisálida.
Me molesta más ese otro tipo de máscara, el que representa una persona diferente a la del interior.
El caso de las gruesas y altas murallas es distinto. Uno nunca sabe si vale la pena escalar el muro o excavar un túnel, por que desconoce por completo lo que ocultan las gruesas paredes. No sabemos si dentro espera una princesa que deba ser rescatada, o un aquelarre de brujas con su caldero hirviente, esperando por nosotros, su próximo ingrediente.


Nos leemos :)

sábado, 15 de marzo de 2014

Se fue - 269

Llegué de mi trabajo y me puse al tanto de todo en casa, para relevar a mi hijo que estaba cuidando a su madre mientras no estaba yo. Mi esposa estaba inconsciente en la cama como estaba hacía un par de días, respirando medianamente bien y con el pañal limpio. Como era la hora de su alimento, lo preparé y lo conecté previo pasaje por la misma sonda gástrica de un medicamento para cuidar su estómago.

No hubo ningún inconveniente con la alimentación, así que cerré la válvula, lavé los útiles y me dispuse a esperar un buen plazo para moverla sin que la fuese a afectarla el contenido del estómago. Verifiqué que su pañal no se había humedecido aún.

Estaba yo sentado leyendo un poco, pero ese libro largo ya no podía leerlo. No me podía concentrar con la respiración jadeante de mi esposa. Por suerte llegó el recambio de oxígeno y le coloqué la mascarilla. Parecía que estaba respirando a un ritmo más lento luego de un rato con oxígeno.

Cambié a un libro que me pareció más fácil de encarar. Se llama "El libro de los abrazos" de Galeano, y francamente lo comencé a leer por que consta de pequeñas secciones todas independientes y así puedo interrumpir la lectura sin pérdidas para el lector (yo).

Me quedé pensando cómo uno va perdiendo todo de a poco: Primero perdí la posibilidad de trabajar en mi taller por que demoraba mucho en volver si me necesitaban, más adelante perdí la posibilidad de trabajar en mi computadora por que me requería concentración, y ahora ya ni siquiera podía concentrarme en un libro de extensión mediana.

En fin, comencé la lectura y no sé por qué me pareció un poco tonto. Leí un poco más y encontré pasajes más interesantes. Después de todo no parece tan malo el libro, pensé. Seguí leyendo y encontré algunas hojas en las que me estremecí, y sentí una sensación extraña recorriendo toda mi espalda.

Comencé entonces a engancharme con el libro. Pasado un rato me levanto para ver si seguía seco o no el pañal, y voy hacia ella. Seco el pañal. Pero solo se escucha el burbujeo del gas en el agua y no la veo respirar. Comencé a buscar el pulso y nada. Salí corriendo a buscar el estetoscopio y tampoco pude oír nada. ¡Karina no respira! dije con visible perturbación a mi suegra y mis hijos que estaban allí cerca. Llamé por teléfono a la emergencia móvil e intenté masajear el corazón, pero no daba ningún resultado y sus labios se ponían amoratados.

Mi suegra dijo, "Ya está... tenía que ocurrir en algún momento".

No podía creer cómo se me fue sin darme cuenta... ¿O fue ese estremecimiento en parte un aviso?
Mis manos temblaban. No era como aquella vez en que se atoró con comida y saqué de su garganta la oclusión con mis dedos, decidido y sin temblores aunque ella ya se había puesto azul.

Creo que inconscientemente yo también esperaba este desenlace.

Así ha terminado su tratamiento como enferma terminal de Esclerosis Múltiple Progresiva.

Recordé la frase de un médico que junto al diagnóstico inicial, años antes, cuando ella caminaba bien con un bastón, le decía "...de esta enfermedad nadie se muere...". Ahora después de haber empeorado paulatinamente había pasado a ser un cuerpo sobre la cama, sin posibilidades de mover más que su mano y pierna derecha no sin dificultad, sin poder tragar, sin poder casi hablar, con dificultades para enfocar la vista...

Traté de recordar sus últimos estados de conciencia y solo me quedó fijo en la memoria una situación en que ella pocos días antes me miraba de manera extraña y me decía "¡Qué lindo que estás!" Creo que como hombre no estoy demasiado acostumbrado a los piropos, pero no era el piropo en sí lo que me dejaba sin palabras que responder que no fuese un "gracias", si no la sensación de que ella se sentía muy disminuida como persona. Recuerdo que el día siguiente me pidió que la sentase un poco en la silla de ruedas y no pude, por que sus piernas estaban ambas flácidas, así que por miedo a que se me cayese al piso la puse de vuelta en la cama y le dije: ¡No soy una grúa, no puedo levantarte sin colaboración tuya! Cuando estés un poco mejor te levanto.
Creo que solo conseguí deprimirla un poco más. Ese sentimiento de culpa lo tengo presente.

Ahora ella dejó de sufrir.

Años de vida en la misma casa, criando a nuestros hijos y luchando con una enfermedad cruel hacen que la tenga presente todo el tiempo.
Cada cosa en esta casa conserva un pequeño matiz, un pedazo de historia que puedo contar, desde las pinturas y manchas de las paredes hasta el más mínimo detalle. En esta casa se mezclan inseparables objetos míos y de mi esposa. Tanto como en la forma de ser de nuestros hijos se mezclan la mía y la de ella.

Decidí no recordar más todos esos desacuerdos que tuvimos, que para mi eran muy importantes y permanentemente me decían que no podía continuar con ella. Ocurre que por otra parte, la historia de mis hijos y mi historia se formó con ella como madre y esposa. De ninguna manera podía dejar abandonada a mi esposa en las condiciones en que estaba, indefensa ante el mundo, así que la cuidamos lo mejor que pudimos. Lo hicimos con cariño, que es la única manera de tratar a las personas que son parte de la familia o aún a los amigos.

Después de 24 años de convivencia, ya no puedo decir que en algún momento no voy a recordarla.
Su personalidad perdura en mi memoria y no se irá.

No sé cuánta vida me queda por vivir, pero debo comenzar de nuevo, y aún no sé como.
Al menos mis hijos, aunque estén afectados por toda esta vida de problemas, son jóvenes y recién comienzan sus vidas de adultos.

Ellos pudieron ver de cerca que la vida, ese delicado hilo, ese sutil equilibrio, es efímera y está sujeta a una marea de interacciones con el mundo que la pueden hacer zozobrar. Así que respetar la vida y vivirla lo mejor posible es la pieza de conocimiento que espero que se quede bien grabada en sus mentes y en sus corazones.


Nos leemos.

martes, 4 de marzo de 2014

¿Qué somos? - 270

Ante una pregunta que me hiciste y quedó flotando casi con indiferencia en el aire, decidí que es mejor analizar que dejar pasar el tema. Al menos tengo la disculpa de no ser yo el responsable de tomarlo en consideración, y digo disculpa, por que ya lo he pensado muchas veces, y aún no tengo una respuesta decente.

¿Qué somos tú y yo?
Ésa es la pregunta difícil de responder.

Ha pasado mucho tiempo desde que empezamos siendo amigos. Pero no somos amigos de cualquier manera. Nos hemos tomado algunas libertades que no todos los amigos toman. Yo diría que somos más que amigos.
En contra nos juega el que tú estés tan lejos, atada a tu presente mientras yo estoy aquí atado al mío.

He querido en más de una ocasión dar un paso adelante y conocerte mejor, pero tú estás firme en tu decisión de mantener distancia. Entiendo por qué, ya que soy responsable del motivo.
Que comparta tu decisión es diferente.

Has sido mi musa inspiradora más de una vez, y he ganado mucho al encontrarte y tenerte como amiga de esta manera virtual, a la vez tan personal y tan lejana.

Se que podemos vivir los dos, el uno sin el otro, pero me alegra tener tus mensajes desde lejos, el cariño que me das y el que yo te doy. Soy tu amigo sin condiciones.

Sin dudas todo hubiese sido diferente si pudiese susurrar en tus oídos alguna de las cosas que siento por ti. Guardaré esas palabras por ahora.

Solo te daré algunas palabras para que lleve el viento.

Quisiera medir en besos,
las dimensiones de tu cuerpo.
Quisiera contarte un cuento,
acurrucándote en mis brazos.
Quisiera llevarte de paseo,
a ver florecer el campo.

Pero sé que no estás,
Así que te doy mi amor,
Como pueda, de a pedazos,
Lo arranco de mis brazos,
Lo escurro entre mis manos,
Lo mando por el aire, lejos.

Sé que devota lo recibes,
Sé que tu mística se enciende,
Abres tus sentidos y me atrapas,
Enredado yo me afano por llegar,
Llegar a besar tu corazón,
Llegar a sentirme junto a ti.

Guerrera del amor, yo soy luz
Que quita un poco de tu sombra
Nada menos y nada más.
Yo no uso escudo ni espadas,
De nadie me defiendo, señora
Solo mi homenaje quiero dejar.

Nos leemos :)