domingo, 8 de diciembre de 2013

El Hechizo - 279


La pradera infinita alberga todo.
Todo tiene su propio Manitu, su propio espíritu, que se conecta en el Gran Manitu, el equilibrio de la vida, de la naturaleza.

Cuando el Bisonte se aleja, nosotros levantamos el campamento y viajamos hasta otro lugar propicio en la pradera.
Es el momento de la gran decisión para los más ancianos. Seguir a la tribu y hacer mas difícil el camino o quedarse a enfrentar el destino.

Ya habían pasado dos lunas desde el anterior asentamiento de nuestra vida nómade, y tenía desde hace mucho tiempo en mi pecho la duda acerca de la suerte que hubiese corrido mi gran amigo, el joven Viento Del Mar. Siempre fue muy obstinado y decidió quedarse junto a su abuela para cuidarla mientras todos nos fuimos. Se negó a obedecer al concejo y dejar a su abuela con otros ancianos que se quedaban en ese lugar. Es que su madre murió poco después que él naciera y su abuela tomó su lugar, así que los lazos que les unían eran muy fuertes.

Fui entonces a hablar con Gran Halcón, el Chamán mas poderoso de su tribu.
- ¿Podré saber alguna vez que ocurrió con mi gran amigo de la infancia?
- Ven a mi tipi cuando caiga el sol, en la noche sin luna. Ven solo.

Se hizo larga la espera, pero al fin en la noche sin luna me presenté ante el gran sabio.
Su tipi estaba un poco mas apartado de los demás y él estaba afuera sentado, fumando su pipa.
- ¿Me recuerdas?
- Te estoy esperando, dijo con su expresión seria de costumbre.

En el centro del amplio tipi había un pequeño fuego ardiendo, y una fina columna de humo subía junto al resplandor de luz hasta la salida en la parte superior.
Avivó el fuego pasando su mando por encima, con esa magia que todos admiran.
- Siéntate aquí, sobre esta manta.
Me ofrece a beber una taza con un líquido humeante. Amargo y tibio. Enseguida pronuncia unas plegarias muy suave y alza las manos con más plegarias, moviendo sus amuletos de plumas. Me quedo mirando sus manos y además las chispas que van subiendo con el humo. Ya no escucho su voz y mis ojos se van cerrando sin que tenga sueño. Puedo verme mientras Gran Halcón toma la taza de mi mano, con su otra mano me recuesta en la manta y luego estira mis piernas. Su danza continúa junto a mi cuerpo, pero yo me voy con el humo.

Puedo ver la aldea y sus fuegos como se van quedando pequeños en la lejanía. Parece que el gran espíritu me subió a un pájaro muy veloz, pero no estoy viajando hacia donde debe estar mi gran amigo. Viajo para arriba. Y llega el momento que las nubes no me dejan ver.

No se si me quedé dormido, pero estoy despertando y el sol está muy fuerte... ¿el sol? no, no es el sol, debe ser algún reflejo, por que viene de dos lugares diferentes...
Mis ojos se niegan a ver bien, y estoy en un lugar distinto a los que conozco, sin cielo, pero muy resplandeciente. Se acerca una mujer, pero no puede ser, es muy extraña y toma mi mano... ¿Esa es mi mano? ¡He perdido el color y parece la piel de un muerto! Aún no sale el sonido de mis labios.

- ¡Ven a ver ésto Susana! dice la señora en una lengua que no es la mía, pero que no sé cómo comprendo.
Se acerca la doctora, una señora mayor de piel bastante oscura, y dice:
- Pues ya estaba hablando con los deudos... y su corazón late muy bien, ¿Qué está ocurriendo?...
Después de revisarme un largo rato, se va la doctora y llega con una señora bastante anciana, que trae una sonrisa en sus labios.

- ¡Estás aquí Alberto! y no se por qué, mis labios también fueron reflejo de aquella sonrisa.
Era una señora muy mayor, como la abuela de Viento Del Mar. Besó repetidas veces mi rostro pero sentí que mi piel no era la misma. Tengo mucho dolor en todas partes, pero soy feliz... ¿Qué es ésto? ¿Qué me ocurre?
Ahora es el sueño el que cierra mis ojos.

Un dolor en el costado me despierta y veo que de alguna parte viene luz, pero al menos en la ventana está la luna... ¿Cómo que está allí, si yo vine una noche sin luna? Puedo ver al costado del lugar donde estoy, a la señora que está dormida, con su mano cerca de la mía. La tomo no se por qué y ella responde igual, sin despertar. Esto me hace sentir bien a pesar de todos los dolores que siento. ¿Podré ponerme de pié?
Con cuidado suelto la mano de Annette para que no despierte. ¿Annette? ¡Qué extraños son los nombres en este sitio!... Hago un descomunal esfuerzo y mis piernas se mueven, pero todo me empieza a dar vueltas y ahora todo duele mucho más, así que me quedo quieto a ver si esto mejora.
Hagamos otra prueba. Intento incorporar mi cuerpo... Parece pesar enormemente y siento el corazón como a punto de saltar de mi pecho. Estoy sentado en esa penumbra lunar y veo que hay varios cordones pegados a mi que van hacia atrás. Parece que me ataran así que los saco todos, aunque algunos duelen al salir. Empiezo a sentir que me falta el aire y mi corazón se acelera cada vez más. Un sonido extraño surge desde atrás y vienen corriendo a mi encuentro varias personas. Me recuestan con gentileza y piden que salga del cuarto a Annette, pero yo digo que no moviendo mi cabeza y parecen entender. Ella se queda, pero se aparta, como todos menos el hombre de los puños fríos, que los pone en mi pecho y me hace saltar en la cama.

Ya no estoy en ese sitio. No sé dónde estaba, pero no era de seguro con mi amigo.
Ahora caigo y caigo en un pozo sin fondo, hasta que abro los ojos y veo... ¡Al fin a mi Chamán!
Ya no siento todo ese dolor, y me levanto no sin cierta dificultad. Gran Halcón me da agua a beber y me pide que le relate todo lo que vi.

Le cuento lo mejor que puedo la historia por que hay muchos detalles que no entendí, y se van borrando a medida que los cuento. Al terminar le comento que no puede ver a mi amigo, y él me dice:
- Sí, parece que no has podido llegar hasta él, pero mantén la esperanza, que es muy joven y sabe sobrevivir solo.

Me fui a mi tipi a descansar. Estaba agotado como si hubiese luchado en una gran trifulca.
El fuego de afuera del tipi no había llegado a apagarse, así que no estuve mucho tiempo dentro. Pero para mi había pasado quizá un día entero. No lo entiendo. Esta magia no funciona.
Solo tuve un sueño extraño. Como si el sol pudiese manejarse a voluntad o existiesen personas tan extrañas.

Creo que no tomaré más esas bebidas de Gran Halcón.



Mi verdad no es tu verdad.
La verdad existe sola.
Tal vez nuestra verdad,
se acerque a la verdad.

¿Por qué perseguimos la verdad?
Nunca la podemos alcanzar.
Si la atrapamos no la vemos,
Si la vemos no la entendemos.

Tal vez podamos oir la verdad,
Hablando con voz de sordo.
Nosotros oiremos sus voces,
Sin entender ni un poco

Singular destino el humano,
Buscando la verdad en todos lados,
Para atrapar con gran esfuerzo,
Solo ilusiones de verdad.

 


Nos leemos :)

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