lunes, 18 de noviembre de 2013

Las herramientas - 287

Estoy hecho un desordenado, y me pesa terriblemente. Es que mi esencia no es la de comportarme de este modo. Siempre disfruté el orden.
Tengo montañas de cosas apiladas de manera incomprensible.

Mi suegra a esta altura se cree que soy una víctima del síndrome de Diógenes, pero claro, para ella todo califica como basura.
Su máxima es "si no lo usaste en un año, es basura"...

Tendría que ir a su armario y decirle ¿Hace cuánto que no miras esas fotos familiares? ¿Acaso son basura?
Y seguirían los ejemplos, pero no, eso no se hace, por que después quién convive con ella. Además lo importante no es tener la razón, si no poder vivir en paz. Es un balance entre saber que uno tiene la razón y callarlo, o vencer en algo sin importancia, por que la victoria puede llegar a ser muy escabrosa.

Todo esto me hace recordar el taller de mi padre.

Mi padre llegó a este país con un título y cierta experiencia laboral. El problema que tuvo que enfrentar fue que no existían reválidas para el título que él tenía, el país estaba muy atrasado, y como siempre, se abusa del que está más desprotegido. Si no naciste en un país y llegas a él de mayorcito, sin dudas estás desprotegido. Hay miles de costumbres que aprender, de "trucos" que saben los que nacieron en ese lugar.

Así que, desprotegido, trabajó en distintas empresas, pero en todas abusaron de su buena voluntad.
Este problema y otros propios de su carácter, o mal carácter mejor dicho, hicieron que su salud declinara bastante, a pesar de lo fuerte que era. Y yo fui sus ojos brazos y piernas por bastante tiempo.

Anteriormente, cuando yo era bastante pequeño, mi padre se propuso hacer un curso de profesorado, para al menos no tener tanta explotación física de sus empleadores, y tener un reconocimiento social. En aquel entonces estaba bien visto ser docente, y los sueldos eran razonables.
Recuerdo hasta haber colaborado en rellenar de colores alguna lámina didáctica de las que usaba en sus clases, dado que siempre fui cuidadoso para la pintura.

Toda esta frenética suma de actividades hacía que su pequeño taller que teníamos en una habitación del apartamento donde vivíamos, restos de uno de sus emprendimientos comerciales en un taller de reparaciones eléctricas, fuese un desorden total.

Y allí aparezco yo :)  Pequeño, aburrido y curioso.

Aquello era un gigantesco rompecabezas todo para mi. Encontraba una pieza con forma extraña, y buscaba la explicación. Mi padre me decía: Esa es la pieza tal y cual de la máquina aquella que no se llevó un cliente, etc. etc. todas pistas para mi... Me ponía a buscar y encontraba el resto de las piezas que encajaban perfectamente, y en los mejores casos llegué a armar por completo el aparato que estaba disgregado en diferentes latas de duraznos, de arvejas o en cajas de cartón.

Así fui ordenando de a poco las cosas, y con unas tablas que estuvieron años en un costado de la escalera hice estanterías para poder colocar todo y liberar el piso, para poder caminar sobre él.

Viendo con criterios de adulto de estos tiempos, y no de aquellos, había objetos que no merecía la pena guardar, mezclados con otros que tenían valor. Pero en aquel entonces, la escasez era reina y todo tenía valor.

Mi padre me enseñó a manejar todas las herramientas que tenía y me alentaba a que aprendiese por mi mismo. A mi me molestaba no poder llegar al grado de perfección que él tenía con las herramientas, pero siempre me dijo que eso se aprende con los años. Nunca dejé por lo tanto de practicar.

También me decía que tener herramientas era como tener un seguro de desempleo. Si por algún motivo no podía conseguir un trabajo normal, siempre habría algo que podría hacer con mis herramientas para ganar dinero y subsistir dignamente.

Hoy día no tengo sus problemas por que vivo en el país donde crecí, y tengo un empleo que me deja vivir, pero sigo teniendo las herramientas. Ahora son una obsesión y no una necesidad. Increíblemente he encontrado que hay un enorme placer en hacer algunas cosas por mi mismo o reparar cosas que normalmente se tiran a la basura, en ese balance que hay entre el precio de lo nuevo y el costo de reparar.

Y después viene el arte, y hasta un poco de ciencia... y las herramientas están allí, y yo las se usar.
Así que puedo decir que la herencia de herramientas que me dejó mi padre no es solo material. Me dejó pegado a ellas una forma de ver las cosas, una visión diferente al común de la gente, y sobre todo, la utilidad de mis manos.

El tenía otros vicios, como el de coleccionar libros. Mi casa tenía una biblioteca que algunas instituciones podrían llegar a envidiar por su variedad. Yo tengo unos cuantos libros, pero nunca llegué o llegaré al extremo al que él llegó. Bueno, si cuento mis PDF... mejor no los cuento!

Así que ahora cuando tomo mi herramientas para reparar algo o enfrentar algo nuevo, siempre tengo un recuerdo de esos tiempos en que aprendí tantas cosas junto con mi padre.

No era fácil vivir con él. Su mal carácter era bien conocido por todos, y a pesar de que me quería mucho, me hacía difícil la existencia si no obedecía su guía fielmente.

Yo fui creciendo y finalmente estas discusiones nos separaron. Hasta me fui a trabajar fuera de casa por un sueldo de miseria mientras estudiaba ingeniería, con tal de no soportar sus ridículas exigencias.

Bien me mostró que me estaban estafando, pero para mi era un alivio estar lejos de él un tiempo.

El crecer y buscar otros horizontes es una realidad en casi todos los hijos, y es posible que de no mediar ese mal carácter típico de mi padre, de todos modos me hubiese ido de casa, pero no de mala manera. Solo me hubiese ido para mejorar.

Y sin duda alguna la mayor víctima de su mal carácter fue él mismo.

Siempre me molestó la actitud de mucha gente en los velorios y entierros, donde se ensalza al finado y se le pone casi en un trono de perfección, recordando sólo sus virtudes. Todos tenemos virtudes, y también defectos. Es justo entonces recordar a la gente como en realidad fue.

Hoy día me sigue molestando que él me haya dicho "esa mujer no te conviene" cuando decidí casarme con mi esposa. Tenía razón, como en otras ocasiones en que le llevé la contra, pero eso no lo hace perfecto.
Hay mil maneras de dar una opinión, y el estilo arrogante es el peor de todos.

Hoy estamos cerca de los diez años desde que él dejó de vivir.
A veces me parece que voy a recibir una llamada diciéndome ¿Ya terminaste de usar la herramienta, me la puedes traer a casa?

Pero es justo reconocer que ahora sus herramientas sobreviven en medio de las que yo he ido comprando conforme pasan los años. Algunas duplicadas, de la época en que tenía que retornar todo a su lugar...

Voy a tener que ordenar este desastre ;-)

Nos leemos :)

4 comentarios:

  1. Alejandrito te sigo" paso a paso "...y cada día que pasa observo cuán tímido sos y cuando dejás de hacerlo y tomás el Faber digital, fluyen palabras libres,sutiles,y casi mágicas...Sepa mi estimado que me han encantado todos los artículos (con este ultimo el de "Diógenes", me orine de la risa...ja,ja,ja) Bueno amiguito me voy a dormir mira la hora!,.y ya me empastillé y ya estoy bien voladitaaa, para así poder entrar en sueño. Siga así que al menos a mí me gusta. Bueno le dejo abrazo de osa y beso de colores :)

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    1. Estimada Ceci: Me halaga que que siga mis escritos, aunque sean a veces un poco rudimentarios. Espero que la timidez no sea un impedimento para poder seguir adelante, aunque en lugar de llamarla timidez, me gustaría darle un nombre mas adecuado.
      Te mando entonces un gran beso y abrazo, y quizá algún consejo sobre un buen proveedor de pañales, jejeje ;-)

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  2. Me encanta tu forma de escribir. Respecto a lo del "síndrome de Diógenes",aprendí que en realidad no existen los defectos. Sólo existen los desequilibrios :). Encuentro dentro de todo tu pequeño taller ordenado :). Además como decía mamá, en gallego, pero lo paso al castellano "El guardar siempre fue bueno
    el que guarda siempre tiene
    El traje que llevaba el novio
    era del padre del abuelo :)
    besos de tu hermana mayor :)

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    1. Jajaja, "O que garda sempre ten, o gardar sempre foi bo, o traxe que llevava o mozo era do pai do avó" Si me acordaré de la frase. Gracias Estre por tu apoyo. Sos mi hermanita divina y te quiero :)

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