sábado, 16 de noviembre de 2013

Ráfagas de primavera. - 288

Hoy el viento se ha hecho sentir todo el día.

Es normal que haya viento en la primavera, pero en ésta que nos ha tocado este año, ha sido más frecuente el agua que el viento.
Con este viento se escuchan cantar y silbar todas las ventanas y chimeneas. Hasta alguna botella destapada que han dejado sobre un muro, produce su tono peculiar, al son del viento.

Parece que de sus tumbas nos viniesen a contar cosas nuestros antepasados y los antepasados de ellos.
El ulular del viento en la tranquilidad de la noche, nos hace imaginar insospechadas historias que están allí, día tras día sin despertar, esperando estos momentos.

Yo siento como si este viento trajese mensajes de otros cielos mas lejanos. Quizá tus mensajes.

Disfruto de algo que sé que no le gusta a todos, que es ponerme de frente al viento, con los ojos resguardados, para sentir la fuerte caricia por la cara y el pelo volando por completo. Es el único tacto que puedo tener con tan extraño elemento natural, como es el aire en movimiento.

Recuerdo de niño, el aprovechar estos días para hacer alguna cometa, con caña y nylon de colores. Llegué a ser bastante bueno en ese tema, pero no tenía muchos lugares donde remontar mis cometas sin que el hilo se trabase en cables y árboles. Así que tenía que irme lejos, unas 10 calles hasta la orilla del mar para poder disfrutar de verla volar hasta donde alcanzara el hilo.

Con mi hijo Darién hicimos alguna cometa pero faltó entusiasmo, el que te impulsa a hacerla por ti mismo, a equivocarte y preguntar por qué no funciona, hasta que viene alguien y te dice el secreto del diseño.
Con mi hija Sasha solo faltó la oportunidad, aunque no sé por qué las niñas no suelen tener el mismo interés en las cometas.
Creo que alguna vez voy a repetir la experiencia de volar una cometa casera. Esto no puede terminar así.

Pero hoy el viento no me habla de cometas, hilos y colas de telas de colores. Hoy el viento me habla de ti.

Las ráfagas traen un perfume que me enamora.
En su idioma me hablan de ti, de tu sonrisa.
Espero sentir cada una después de la otra.
No quiero perder nada de lo que cuentan.
Yo soy la orilla del mar para esas olas.
Se dibujan transparentes, altivas y sinuosas.
Te mando con una de ellas que quiere volver
mi sonrisa, un abrazo y un gran beso.
Quizá llegue cansada y sin fuerzas,
Ya no ráfaga, sino brisa leve y etérea.
Así que cuando sientas esa brisa que te besa,
Y al abrir tus ojos yo no estoy allí,
Es por que el beso es de mi hechicería personal.
Forjado con toda mi alma solo para ti.
Sabiendo que el beso es mío, sentirás el abrazo.
Y mi sonrisa iluminará la tuya amor,
Para que tu luz propia sea mas intensa aún.

Tener amigos es tener fortuna.
Tenerte a ti es tener un tesoro que no se calcula.


Nos leemos  :)

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