miércoles, 2 de octubre de 2013

Continuemos equivocando comentarios - 299

En paz con mi persona, ya que todo está en un profundo silencio, sigo comentando frases sueltas que encuentro por doquier en la red.

Las siguientes sentencias son de un diálogo entre el maestro y un alumno, pero no de los maestros normales de escuela, si no de esos que ejercen con arte y pasión, de la manera y a la altura que todo maestro debería pretender alguna vez en su vida llegar a ejercer. Sin pretender que se afeiten la cabeza y se atavíen de túnica y sandalias, yo al menos espero dedicación y amor de un maestro. Y realmente los hay, pocos pero vale la pena buscar y encontrar.

Tenemos entonces las preguntas difíciles, que no pueden responderse sin que la conversación degenere en algún grado de inmadurez cuando la cantidad de público estudiantil es alta. En este caso, en el uno a uno en una tranquila senda, es donde se da la charla:

- ¿Qué es el amor?
- La ausencia total de miedo, dice el maestro.
- ¿Y a qué es a lo que tenemos miedo?
- Al amor, responde el maestro...

Tan sencillo y sutil como esa corta conversación donde parece que se brinda una definición por recurrencia... pero analizándola un poco vemos que el maestro evitó responder la pregunta y solo dio a conocer una de las características que pueden rodear a algo mas amplio como el amor.
Nos habla del miedo, pero no especifica si es miedo al cambio, o el miedo a perder algo tan grande como el amor que se ha encontrado o el miedo al sufrimiento consecuente.
Con una respuesta de este alcance, el alumno deberá hacer su propia investigación sobre el tema, actitud por otra parte siempre correcta, desde punto de vista del alumno.

Tenemos esta otra sentencia que encontré escrita en portugués y sin referencia a su autoría:

"Amar es permitir que alguien pueda destruirte y confiar en que eso no ocurrirá."

Queda clara la asociación entre el miedo y el amor, entrando en juego un factor más, que es la confianza. Siendo mas corta en apariencia, la frase única insiste en el mismo miedo al efecto del amor cuando éste deja de serlo, deja de existir.
Adicionalmente deja entrever una característica más, que consiste en brindarse por completo al ser amado, "desnudo de alma" para decirlo en términos simples, "bajando la guardia" en términos boxísticos, que está presente casi siempre entre las relaciones de las personas, en el día a día.
Entonces parece que si uno deja todos sus secretos libres al viento, es fácil que cualquiera pueda venir a destruirte a partir de ellos.

Es la entrega al ser amado de todo lo que uno es, fue y quiere llegar a ser, la información sobre los hechos y los anhelos, lo que forma parte primordial de la relación amorosa. Conocer al amado hasta los últimos detalles de su ser, es entonces muy importante para establecer una relación amorosa.

Aquí es donde entra a jugar la confianza.

No todos nuestros anhelos son públicamente confesables, y cuando los compartimos con el ser amado, estamos esperando de él el respeto de no divulgar nuestros detalles vitales a otros que vean en nosotros a la persona incólume y acorazada que queremos nosotros que se vea como nuestro perfil.

En mi opinión se puede obtener un grado de felicidad adicional, como marcar puntos en el juego de la vida, si uno logra hacer públicos los sentimientos que le abochornan, y de esta manera, de transparencia y claridad puede llegarse a no asociar el miedo con la posible traición que generaría un amor perdido.

Siempre quedará el miedo a perder la relación, pero este miedo natural no puede despejarse tan fácilmente.


  
Nos leemos entonces :)






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