viernes, 18 de octubre de 2013

Mañana brillante y tarde gris - 293

Hoy por la mañana, con gran alegría, con la que siempre recibo tus mensajes, me llegó esta pequeña parcela de sentimientos:


Si quieres quererme
Voy a dejarme querer
Si quieres odiarme
No me tengas piedad...

No suelo hacer promesas por que odio no cumplirlas. Será que me han prometido sin cumplir y me aleccionaron al respecto. No se si lo que te diré será una excepción, pero ahí va de todos modos:
Primero que nada vale que confiese algo.
Estoy haciendo trampa desde hace mucho tiempo, por que te vengo queriendo sin tu permiso ;-)
Es una debilidad mía, disculpa, pero es así.
Me halaga que tu reciprocidad, y cuando leí tus palabras mi cabeza quedó dando vueltas, y me entendimiento nulo por un buen rato :)
El problema es que no sabría odiarte, así que difícilmente sería impío.
Es justo que te diga algo al respecto, por que tus palabras han hecho brillar mi mañana y me hicieron saltar a la estratosfera de alegría, pero ha llegado esta tarde gris.

Hoy caminaba hacia mi casa y vi a una señora que me pareció muy agradable caminando delante de mi. Me di cuenta enseguida por qué me pareció agradable: se parecía a ti.
De inmediato pensé qué ocurriría si en realidad fueses tú.
¿ Señora, podría darme un abrazo ? Sería un posible abordaje desde atrás ;-)
¿ Hola, eres tú ? Sería algo mas impaciente y menos elaborado...
No dudo del momento mágico que sería encontrarte en persona. Sería grandioso !!
Pero no dejo de pensar en lo siguiente. Tu eres libre y yo soy un esclavo.
Mi esclavitud es algo que por ahora me condena. Soy esclavo de mis principios y ellos me quitan la libertad.
Para lograr el cambio que deseo, la libertad, tendría que ir en contra de mis principios y dejar de ser quien soy.
Solo el devenir puede cambiar la situación, y no mi persona.
Se que hay opiniones contrarias al respecto, pero te aseguro que en mi caso están equivocadas.

Se que te he dado mucha ilusión, misma que yo tengo y eleva mi existencia casi al infinito. Soy feliz teniéndote, aún de esta manera. Pero la felicidad no es completa.
No quiero que tu dejes de ser feliz solo por mi. Eres un ser muy especial para  mi, y puede que en tu camino te cruces con otras personas, que te gusten, pero libres. Si es así solo me lo dices y nada mas. No perderás mi amistad y yo no prometo dejar de amarte.
Lo que no puedo pretender es que te ates a mi como a un lastre, por que eso podría hacerte infeliz, que es todo lo contrario a mis deseos.

Dejé expuesta mi opinión, sin pretender con ella restar nada de tu felicidad. Mi única pretensión es, al contrario, no hipotecarla.

Te quiero desde hace tiempo.

Nos leemos.


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